Lee y escucha esta conversación de María Vidal, la vecina del 5ºD, con Roberto, el portero del edificio. Ella se queja porque sus vecinos son muy ruidosos. Después contesta a las preguntas.
acento castellano
–Hola María, ¿qué tal?
–Pues la verdad es que no muy bien.
–¿Y eso? ¿Qué te pasa?
–Pues que no puedo más con los vecinos de al lado. Hacen mucho ruido. Hoy no he podido dormir en toda la noche. Tienes que hablar con ellos.
–Vale, vale. Cuéntame qué pasa.
–Pues, mira. Esta noche han estado viendo la televisión hasta las 12 de la noche. ¡Y estaba altísima! A las 11 de la noche me he acostado y no me podía dormir porque se oía perfectamente la televisión. Cuando por fin han apagado la televisión se han puesto a hablar muy fuerte y de vez en cuando gritaban. Hablan altísimo a todas horas. Roberto, tienes que hablar con ellos. ¡Yo no lo soporto más!
–Bueno, bueno. Tranquilízate. Voy a hablar con ellos hoy mismo. Seguro que lo entienden y ya no hacen más ruido.
–A ver si es verdad, porque por el día tampoco te dejan estar tranquila en tu casa. A mí me gusta el silencio, me gusta que no se oiga nada, y desde que han llegado estos nuevos vecinos no puedo estar ni un minuto en silencio. Ponen la música muy alta y, además, una música horrible. Parece que estoy en una discoteca en lugar de estar en mi propia casa.
–No te preocupes. Ahora mismo subo a hablar con ellos.
–Muchas gracias, Roberto.
–De nada, María. Que tengas un buen día.