CRITICAR, REGAÑAR Y ECHAR LA BRONCA
Criticar es resaltar los defectos. La crítica no supone involucrarse emocionalmente en el acto de criticar.
El verbo regañar se usa para criticar el comportamiento de los niños con el objetivo de educarlos.
Echar la bronca es lo mismo que criticar agresivamente estando muy enfadado. La bronca viene acompañada de un tono de voz elevado y mucha gestualidad. A la hora de echar la bronca primero expresamos sorpresa y enfado, y luego ya pasamos a la crítica.
Expresar sorpresa negativa
- ¡Pero bueno!
- Pero… ¡¿qué ha pasado aquí?!
- ¿Quéééééé es esto?
Para criticar los hechos
Si observamos algún hecho que nos disgusta, usamos estas expresiones:
- No me gusta nada… lo que has hecho.
- Eso está fatal.
- Ha sido muy mala idea.
- ¿Cómo se te ocurre? / ¿Cómo se te ha ocurrido?
- ¡Otra vez + un hecho molesto que se repite! (¡Otra vez te has dejado encendida la televisión!)
Crítica formal de los hechos
- Esto es inadmisible.
- Esto es imperdonable (suena más fuerte).
Para criticar a otra persona
Crítica general:
- ¡Hay que ver cómo eres!
En las dos siguientes expresiones se suele usar tú para criticar con más fuerza a nuestro interlocutor:
- (Tú) siempre… dejas la ventana abierta
- (Tú) nunca… recoges la cocina
Enfadarse con el otro de manera más coloquial y vulgar:
- ¿Estás tonto/a o qué?
- ¿De qué vas?
- ¿Cómo te atreves?
Advertencias y amenazas finales
- ¡Que no se vuelva a repetir!
- ¡Que sea la última vez!
- Como lo vuelvas a hacer + amenaza. (Como lo vuelvas a hacer, te castigo).
- Más te vale tener cuidado la próxima vez.