TRANQUILIZAR Y CONSOLAR
Cuando alguien está preocupado por algo, le tratamos de tranquilizar y animar intentando que mire el futuro con optimismo. Aquí te mostramos algunas de las expresiones que usamos con este fin:
Tranquilo, hombre / mujer.
Tranquilízate, cálmate, relájate…
No es nada.
Seguro que no es nada.
Ya ha pasado.
–Me han llamado del trabajo de mi hermano para decirme que le han llevado al hospital porque se ha puesto muy mal de repente.
–Tranquilízate mujer. Seguro que no es nada.
No te pongas así.
Yo creo que te equivocas.
Seguro que todo saldrá bien.
Venga, ánimo, anímate.
–Mi tía ya no puede estar sola. La he llevado a una residencia de ancianos y me siento fatal.
–Anímate, hombre. Seguro que todo saldrá bien. En unos días se adaptará y allí se sentirá mucho más acompañada.
VALORAR
A veces acompañamos nuestra opinión con una valoración. Aquí tienes las expresiones más habituales para valorar: ¡qué bien!, ¡qué mal!, ¡qué bueno!, ¡qué interesante!, ¡qué buena idea!, ¡qué mala idea!, lo veo + adjetivo, lo encuentro + adjetivo…
- ¡Qué interesante es este artículo!
- ¡Qué buena idea has tenido!
- Lo veo todo muy negro.
- Lo encuentro un poco difícil.
Cuando valoramos algo que alguien ha dicho o hecho antes, usamos con mucha frecuencia ¡bien dicho!, ¡mal dicho!, ¡bien hecho!, ¡mal hecho!
- –Hay que usar más el transporte público y menos el coche.
–¡Bien dicho!
Expresiones valorativas organizadas de mejor a peor
fenomenal, genial (coloquial)
estupendo, magnífico
muy bien
bien
buena idea
bueno… no está mal
regular
mal
muy mal
horrible
fatal (coloquial)